El desgarrador relato del Hobbit Bermúdez sobre el momento exacto de su lesión

Christian "el Hobbit" Bermúdez salió lesionado hace un par de días, en el partido de la Liga de Expansión MX, en la que los Potros del Atlante se enfrentaron a los Dorados de Sinaloa, dos de los equipos que han pasado varias veces por la primera división del fútbol mexicano.

Todos vimos esa terrorífica imagen de la entrada sobre Bermúdez, provocada por Luis Ernesto Ruiz Bustos, de los Dorados de Sinaloa, quien se barrió de manera imprudente a la mitad de la cancha, provocándole una doble fractura al ya veterano futbolista mexicano, perteneciente al Club Atlante.

Mucha indignación causó esa brutal entrada, por lo que, tras investigaciones, se dio a conocer que Luis Ruiz también había provocado una fuerte lesión hace tan solo tres semanas antes, por lo que ya contaba con el antecedente de entrar de forma imprudente.

Es por ello por lo que la Comisión Disciplinaria tomó la decisión de sancionar al jugador de los Dorados de Sinaloa, teniéndolo tres meses en la congeladora, por lo que volverá hasta el 18 de diciembre a la acción, mientras en que Bermúdez vuelve a la actividad.

"Fue como si el tiempo se hubiera detenido" - Bermudez

En una charla con el famoso youtuber, El Escorpión Dorado, el Hobbit Bermúdez platicó con él sobre cómo fue que percibió su lesión y qué fue lo que sintió en el momento en que vio su pierna, diciendo que se sintió muy molesto, frustrado y que sintió un dolor que nunca había percibido. Estas fueron sus palabras:

"Vi mi pierna doblada en un ángulo que no debería y sentí un dolor que nunca había experimentado. Fue como si el tiempo se hubiera detenido". Además, también bromó con su lesión y se mostró tranquilo, diciendo que valora los pequeños momentos y los tiempos de la vida.

Más noticias del Fútbol Mexicano:

• 

  Recomendado

  Lo descubrieron de la nada en la montaña, ahora Rayados lo podría fichar en invierno

• 

  Recomendado

  Jugó en el América, ahora es leyenda y un día encaró y que casi le pega a Christian Martinoli