Por Marlon Soto
Lesiones, expulsiones y baja en el nivel de juego en el Club Universidad Nacional abrieron las puertas a los canteranos para buscar un lugar en el primer equipo en el Clausura 2023. Tal fue el caso de Pablo Alfonso Monroy, uno de los futbolistas revelación que se unió a las categorías inferiores a los 17 años, de donde saltó a la Tercera División y posteriormente a la Sub 20.
La carrera de Monroy dio un giro inesperado en el Apertura 2022 al ser parte del plantel de Pumas que alzó el título de la categoría Sub 20. “Ser campeón es una alegría enorme. Es de los momentos más bonitos que he pasado. Recuerdo que lloraba en el camión porque no había sido fácil. Tenía pocos minutos y poca participación. En ese torneo tuve más actividad y sobre todo lo afrontamos como una familia que merecía el campeonato”, recordó en entrevista con el club.
Para el inicio del Clausura 2023 jugó durante los primeros seis partidos de la Sub 20. Sin embargo, el partido ante Necaxa marcó un antes y un después en su trayectoria, pues fue convocado con el primer equipo para ser titular. Después de una actuación destacada, con una asistencia incluida, Pablo jugó por primera ocasión en el Estadio Olímpico Universitario ante Guadalajara. “Salí a calentar y me impresioné. ¿Toda esta gente viene a ver el partido? Me quedé sin palabras. El estadio lleno, escucharlos gritar y alentarnos fue hermoso. Sentir que la afición está a muerte con el equipo. Me motivaron porque ellos se esfuerzan por estar ahí. Con ese recibimiento, solo queda dar lo mejor de ti", recordó con la misma emoción de aquella noche en la que, a pesar de la derrota, será un partido que nunca olvidará.
La actuación del lateral derecho le valió para repetir como titular ante Mazatlán, donde consiguió su primera victoria como profesional y se ha ganado la titularidad en el cuadro auriazul a sus 20 años, con quien ha jugado en el once inicial de los últimos seis partidos y espera mantener el puesto con la llegada del nuevo director técnico.
Los referentes más cercanos de Pumas en la zaga son, sin duda, Darío Verón y Joaquín Beltrán, éste último canterano y capitán que marcó una época con su dorsal número 3 en la espalda. Aunque no comparte la posición de central, Pablo quiere continuar con su buen paso en el Pedregal y convertirse en un referente de dicha talla para la institución, en la cual quiere conseguir un campeonato en la Liga MX para devolverle algo de lo que ha recibido al cumplir su sueño de ser futbolista profesional, y por qué no, buscar cabida en la Selección Mexicana de cara el Mundial 2026.
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